jueves, 6 de octubre de 2011

Otoño en mí

Otoño te llevo en mí

Todos tus vientos y colores
dóciles se aferran
a la brava soledad de mis caminos.
Y se escurren tus caricias en mi alma,
llovido amor de alguna vieja primavera.

Vagos sonidos de sus versos,
dicha perdida en el hastío.
De esta espera brutal e incontenida,
de este tiempo largo y seco que es sin ella.
Penumbra maldita del letargo
¡cómo insistes en nublarme de esperanzas!
Quizás a lo mejor no esté tan solo,
porque te llevo en mí, grisado otoño..

Hay noches que me parto en mil pedazos
y se llenan las grietas con su ausencia,
mitológica estrella de mis días,
insaciable sed de arroyos tremebundos.
Mi deseo descansa en sus pupilas
que persisten en brillar mas que un lucero.
Sus jadeos, dulce cuna de mis sueños,
sus palabras, suave mar de melodías.

Sereno de impotencia me resigno
a amarla desde muy hondas distancias,
a palparla en cada efímero recuerdo,
a sentir el más sutil de sus suspiros.
Por eso es que me tiño de suicida
y dejo de mí un soplo de vida
en cada beso, en cada despedida.
¡Te llevo, pues, otoño, en mi alma herida!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Si ya fuera

Si cerrar los ojos
ya fuera volar,
ya fuera escapar,
si cerrar los ojos
ya fuera sanar,
ya fuera soñar,

soñaría que los cierro
para soñar,
que cuando despiertas
de tus sueños,
al abrir tus ojos
ves los míos (a tu lado).

Cerrados..
                soñando..
                              contigo..

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